lunes, 5 de julio de 2010

Obesión


Una locura tan sólo pensar en dejar de escribir, y puede que esto último sea lo que me haya hecho estar loco. Palabras, palabras y más palabras. Me obsesionan. He intentado examinar esta situación, esta incontrolable sensación de necesidad escritora. De igual manera intento dar un significado, una meta, y unos valores a mi obsesión. Eso también me obsesiona.

La del escritor es una carrera de fondo, igual que la vida. Y así debe de ser. Un escritor de “boom” no me parece un escritor, si no un aficionado. El verdadero escritor, para mí, es el obsesionado, y el mejor escritor sería el cual su obsesión escritora fuesen los sentimientos, las emociones y los pensamientos de la gente. El triunfador debería ser el que mejor analice estas situaciones, y no otro. ¿Es lo que debería ser?

Yo cumplo ciertas actitudes y por ello me considero un escritor de pro, pero con falta de recursos. Mi obsesión también es obtenerlos.

Pero además soy un escritor con un plan.

Sé lo que quiero escribir y para quién… el cómo se está tramitando en mi cerebro. Y no me cierro en ese tipo de escritura. Frases, historias y juegos de palabras me acompañan a diario. Amén de estas líneas, las cuales forman el pseudodiario de un loco.

Las letras son una pasión.

Tienen tanto poder como el dinero o las armas.

Unas letras bien unidas que hacen unas palabras, éstas acompañan a otras palabras amigas y consiguen hacer frases. Éstas pueden hacerte un libro o un discurso.

Forman la expresión del cerebro.

Y el cerebro es lo que nos hace estar en la cima de la evolución. Y el que mal usado puede quebrar la cima. Ahí todos formamos parte y todos somos los que salimos ganando o perdiendo.

Por último añadir que los cerebros que manejan el destino son cerebros con más espacios oscuros que luces. A mi juicio son pocos y desafortunados los cerebros que tienen luces estando en el pico de la cima.

Por lógica aristotélica no descarto que todo explote. Quizá sea necesario. Así, los que sobrevivan, podrán formar algo que sea más responsable. Si le das la vuelta a la lógica aristotélica si todo explota es por culpa del mal uso de las letras, esas que tienen más poder que las armas y el dinero. Seamos responsables con las letras, nos lo dice Aristóteles. Demos valores a las letras.

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