martes, 6 de octubre de 2009

Emigrantes

No voy a hablar del grupo orishas.
El lenguaje es un elemento integrador. Por tanto, propongo utilizar el término emigrantes en lugar de inmigrantes. Recordemos, por si hay algún despistado: uno es inmigrante en el país al que llega, y uno es emigrante del país que abandona. Si hasta ahora hemos preferido usar la primera de esas dos "acepciones", por qué no empezar a usar la segunda. Expresa mejor –que de eso se trata el lenguaje- la esencia del individuo, la raíz de su periplo, que es emigrar y no inmigrar. La palabra emigrante, además, puede parecerle menos “intrusiva" a todos esos que desde el punto de vista occidental y desarrollado –unos con maneras racistas y por tanto ignorantes, otros con formas más humanas pero en el fondo hipócritas por interesadas- ven la situación desde el otro lado de la línea, y piensan que el problema es que alguien llegue a un lugar -inmigre- cuando el drama es el contrario: que emigre. Y por supuesto, me refiero a todos aquellos que se ven obligados a emigrar, no a los que se van para jugar al fútbol o por el mero -y siempre enriquecedor- placer de vivir en otro país.

Leo Mares

1 comentario:

Pablo Rodríguez Burón dijo...

Gracias por incluirme en tu blog ;-)
Me alegro de que guste la propuesta