...Como de madrugada, con los dedos amarillos, el jugador de cartas tantea en el bolsillo de su frac la pistola, y una voz le dice:"Aun no", detente y mira el mundo que te rodea.
¿Qué queda todavía?La luna, China, fiordos...
San Francisco desnudo y muerto era dichoso...
Levántate y saluda, que has perdido. La vista clavarás nuevamente en la estrella, allá arriba.
Sándor Márai, del libro ¡Tierra, Tierra!
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