Se podría decir tanto sobre esta gente, porque creo que aún son personas. En particular decir que no a todos lo policías los veo por el mismo rasero. Pero sí hay una inmensa masa de este gremio que no sabe el límite. Cuando en vez de dar seguridad, su deber, crean inseguridad. ¿Quién nos protege de ellxs?
Ahora una noticia que pasó en Burgos hará unos pocos días sacado de este noticiero Diario de Vurgos (sí, con V de Vendetta). Pongo el principio de la noticia, y recomiendo su lectura en dicho link, así como un repaso de los comentarios dejados.
Desde hace un tiempo vemos como la actitud policial se ha incrementado en coacciones, prepotencia y chulería, la penúltima muestra la podemos conocer debido a la idiosincracia propia de esta ciudad en la que no es lo suficientemente grande como para que todo pase desapercibido siendo lo suficientemente pequeña para que todo se sepa.Todo parece ocurrir una tarde de hace una semana en la que un chico con “estética punk” fue asaltado en una calle céntrica de la ciudad.
Los asaltantes, tapados hasta los ojos, dijeron ser policías secretas y en una actitud chulesca procedieron a registrar e identificar al joven. Ante estos hechos el joven pidió que estros señores se identificaran ya que en ningún momento lo habían hecho, entonces fue cuando amenazaron con llevarle a comisaría y allí golpearle sin la presencia siempre molesta de los viandantes.
También sacaron una cámara digital y en mitad de la calle le sacaron unas fotos (práctica habitual e ilegal) en la que amplían un archivo policial también ilegal. Aparte cogieron su móvil y lo revisaron durante unos minutos, violando así ese supuesto derecho a la intimidad. Cuando le devolvieron el móvil y se disponía a continuar su paseo los policías le dijeron que a donde iba y le obligaron a volver para decirle , ya te puedes ir. No sin antes seguirlo durante unos minutos.
También sacaron una cámara digital y en mitad de la calle le sacaron unas fotos (práctica habitual e ilegal) en la que amplían un archivo policial también ilegal. Aparte cogieron su móvil y lo revisaron durante unos minutos, violando así ese supuesto derecho a la intimidad. Cuando le devolvieron el móvil y se disponía a continuar su paseo los policías le dijeron que a donde iba y le obligaron a volver para decirle , ya te puedes ir. No sin antes seguirlo durante unos minutos.
El seguimiento a la izquierda y su maltrato está vigente, por mucho que la gente no lo quiera ver. Aún existen torturas, aún existe malos tratos, aún existe la policía política... Y en realidad todo sale de la dictadura capitalista.
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