martes, 10 de noviembre de 2009

Demagogia de Berlín


Hablemos de muros...

El Muro

Existe un muro que tiene más de 20 años, bastantes más. No es físico, pero es real, muy real. Es metal en las vallas de Ceuta y Melilla, en España. Veinte kilómetros de alambres de púas que amenazan hasta al mismo sol. Es cemento para la barrera israelí. Setecientos kilómetros de pared del apartheid a Palestina. Ideólogo del que traza la frontera sur de Estados Unidos. Más de mil kilómetros para que la Santa Muerte seduzca a los coyotes. Sí, son todos esos, otros, y mucho más. Muchísimo más. Son palabras, hechos y acciones. Desde una isla, que es global, desde un distrito, hacia cualquier lugar. Tiene ambición, es vengativo. Insolidario y alienante. No lo busques en los mapas, no podrás dibujar proclamas sobre él, pero existe, existe de verdad. Es quien divide el Norte y el Sur. El que protege al primer mundo. Quien hace reír o llorar. Vivir o Morir. Es el muro que no ves, es la calle por la que no podrás pasear. Sólo un nombre, pero un símbolo, sólo un lugar, pero un sistema. Es el muro, Wall, en su calle, Street.

Publicado por Potemkim


Ya no hay amaneceres para los que no duermen, para los que no comen, para los que no trabajan. Ya no hay revolución ni utopías. La esperanza se perdió en las alcantarillas del siglo veinte. Los sueños son una imagen digital codificada.

El siglo de las luces alumbró el templo de las finanzas. Altar del nuevo milenio, donde se ofrecen sacrificios al dios de WallStreet. Dios único y verdadero que guarda sus ganancias en los bancos del mundo. El mundo convertido en mercado y mercadería. Mercados de valores que devaluan la vida, que degradan al ser humano y al planeta. Mercados que trafican con los nuevos esclavos de la aldea global, desplazados de las guerras, el hambre, las enfermedades, la miseria. Mercados de emigrantes que en las fronteras del capitalismo aguardan su sangre de soledad, de incomunicación. Mercados de armas, del sexo, del turismo, del ocio, de la droga. Mercados de órganos arrancados a los miserables del mundo, a los indefensos del planeta. Mercados de basura radiactiva, de estrellas del deporte, de obras de arte, de animales, de productos transgénicos, de diamantes.

Mientras la memoriacolectiva viaja aquí y en internet.

Publicado por Luis Pastor.

3 comentarios:

potemkim dijo...

Así es... demagogia, bastarda demagogia.

Me alegro de que te haya gustado el texto, y por supuesto que es un honor que lo pongas en tu blog

Un saludo

Pablo Rodríguez Burón dijo...

Así es, aún quedan muchos muros por derribar, y no todos se pueden ver (sólo se sufren). Y cambiando de tema, qué tal va esa papelería-librería? un abrazo

lacasitos_magikos13 dijo...

piloto de catalan, si ;) jaja
pues si tio, lo contrario es la vida, y que vida...quien pudiera ser una persona sana sin al emnte deforme ;)
un besoo castellanou! petonets per tu!! que et vagui be noi!