miércoles, 1 de julio de 2009

cuando los libros enseñan




Un libro como traspaso de inteligencias, de visiones del mundo.El escritor como artista hace que eso parezca interesante, eso es lo que busco cuando abro la tapa... si no lo recibo me siento estafado.

Y eso es lo que me da Sándor Márai constantemente, primero su bibliografía, y ahora me acerco a una obra suya, la mujer justa, que se me hace mucho más interesante conociendo la vida del autor...

Sin embargo, el trabajo en la fábrica no me aportaba nada, sólo era un pasatiempo laborioso que requería diligencia y sentido de la responsabilidad. La vida se queda vacía si no la llenas de alguna tarea peligrosa y emocionante. Y esa tarea no puede ser otra que el trabajo. El otro trabajo, el invisible, es el trabajo del alma, del espíritu, del talento, cuyos frutos cambian el mundo y lo hacen más próspero, justo y humano. Leía mucho. Pero con la lectura pasa lo mismo, ya sabes... sólo obtienes algo de los libros si eres capaz de poner algo tuyo en lo que estás leyendo. Quiero decir que si te aproximas a un libro con el ánimo dispuesto a herir y ser herido en el duelo de la lectura, a polemizar, a convencer y ser convencido, y luego, una vez enriquecido con lo que has aprendido, a emplearlo en construir algo en la vida o en el trabajo...

La obra habla directamente al lector. Cómo si estubieseis tomándo un café y fumando unos cigarrillos con los protagonistas, primeron la esposa y luego el esposo... aún no he llegado a la tercera parte.

Hace un siglo murió Sándor Márai, un burgués noble.
En paz descanse.

Bohemian and fighter class

No hay comentarios: