Por la revolución cubana. Quise actualizar antes, el 1 de Enero hubiese sido lo suyo. Pero malas fechas para compaginar blog y vida. Por casualidad hace tiempo vi la segunda parte de Dirty Dancing, ambientada en La Habana en la Navidad de 1958. Y cómo en El Padrino también se hace un guiño a la causa, también ambientada en 1958.
El caso es el aplauso que le doy a
la revolución cubana. Y que espero que la esperanza en ese pueblo crezca cada día más. Y que consiga que cada día me sienta más orgulloso de ser socialista.
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