viernes, 6 de junio de 2008

almas





El alma nos invade, evoluciona con nosotros. Esa cantidad de sensaciones que tenemos dentro de nosotros. Sensaciones que van evolucionando con nosotros. Y que como sensaciones o conjunto de sensaciones dan mogollón de sentimientos. Un alma es tan complicada...

Un alma puede volar. Un alma puede correr. Un alma puede golpear. Un alma puede arrollar.

Pero muchas veces se queda en la sombra de nuestro interior.

Sabemos que tenemos algo en nosotrxs mismxs. Pero no sabemos la seguridad que tenemos hasta que lo comprobamos y vemos como se hunde el alma con menos de nada. Pero indagar por estos mundos puede hacer que te vuelvas muy loco o que aprendas muchas cosas.

Lo importante ... estar agusto con unx mismx.
Disfrutar de cada instante.

Sólo el presente existe en realidad...
...aunque el tiempo y el espacio es tan relativo...
;)



Para calmar el alma... me gusta escuchar jazz

2 comentarios:

Irie Olvia dijo...

Nuestra alma está ahí, dejarla a un lado e ignorarla no es más que un atraso para uno mismo. Y sí, el presente es una realidad, lo malo es que no somos conscientes y muchas veces lo malgastamos sin disfrutarlo, que es lo que debemos hacer, disfruta.
Yo a ver si hago más caso a mi alma y a tomarme el presente sin ambición por el futuro.
Un par de besos y un abrazo fuerte.
Y cuidate, pero de verdad

Verónica dijo...

Gelu! q tal?
Hacía tiempo que no me dedicaba a saludar a mis colegas blogueros jejeje!! ya era hora!! q tal todo? espero que bien. Me encanta tu reflexión sobre el alma. En verdad, nosotros somos esencialmente alma, porque es lo que nos hace sentirnos vivos, lo que nos diferencia del resto. Una persona sin alma, no es persona. Como muy bien dices, el alma viaja, y lo hace sin que movamos nuestros pies; el alma habla, sin tener que mover nuestros labios; incluso, también, sangra, sin tener que derramar ninguna gota de nuestra escandalosa sangre. Así somos.
Al igual que irie Olvia quiere hacer, creo que todos deberíamos seguir más veces los consejos del alma antes que los de la razón, porque quizás no nos harán más ricos o más importantes, pero sí mejores personas, mejores con los demás.

Un beso.